La necesidad de la interseccionalidad
Entre las aportaciones más importantes de la tercera ola del feminismo se encuentra la interseccionalidad. A pesar de que el movimiento feminista como tal nació en el siglo XVIII, no fue hasta la década de los 70 del siglo pasado que el feminismo como teoría política comenzó a analizar otras opresiones que podía albergar en su interior, y sobre todo, el efecto que tales opresiones tenían sobre las propias mujeres. A la hora de desarrollar este concepto, el de la interseccionalidad, tomaron como base y ejemplo el racismo, y posteriormente se fueron analizando otras opresiones, como la discriminación por clase, orientación e identidad sexual o capacidad.
En el proceso de creación del término de el activismo de los grupos feministas racializados estadounidenses fue fundamental. De la calle, lugar en el qu ese acuñó el concepto, lo trasladaron al precepto teórico y académico, y gracias a su estudio se extendió por todo el mundo. Se le debe al movimiento feminista negro de EEUU el análisis del racismo en conexión con el machismo en la sociedad, y a la profesora Kimberle Williams Crenshaw, el honor de haber dado nombre a esta teoría en los años 80.
La interseccionalidad podría ser descrita como la tercera revolución feminista de la Historia, que comenzó con la reclamación de los derechos civiles y siguió con el movimiento sufragista. Gracias a este nuevo concepto, el feminismo se convirtió en un movimiento diverso y representativo, y el marco teórico de los estudios de género se amplió hasta llegar a los niveles actuales, en los que abarcan un campo mucho más grande que hace cuarenta años.
Cuando en la actualidad decimos que el feminismo se debe insertar en todos los ámbitos de la sociedad, como en la política, la educación o el tiempo libre, también debemos tener presente que el feminismo interseccional será el verdadero avance y la mejor manera de mejorar como sociedad. Dejando atrás los perjuicios que guardamos dentro, podemos hacer frente a todos los modos de discriminación gracias a los preceptos teóricos del feminismo interseccional. En estos momentos en los que los extremismos empiezan a adquirir más fuerza en nuestro entorno, debemos hacer el esfuerzo de analizarnos a nosotras mismas, ser conscientes de las opresiones que sufrimos y que hacemos sufrir a las demás, y ser herramientas de cambio, en vez de reafirmarnos en posturas que no nos ayudarán a construir una sociedad más justa, libre, igualitaria y acogedora.