23.08.2018
Es interesante reflexionar en verano, cuando los compromisos se encuentran en paréntesis. Sigo dándole mucha importancia a la presencia de diferentes edades, también de personas adultas, en el escultismo. Es una forma de pluralismo, de diversidad, porque el escultismo no es de adolescencia o primera juventud para infancia, sino de personas adultas para infancia y primera juventud. Y es la ocasión para preguntarse por qué determinadas personas, a pesar de que este compromiso conlleva luces y sombras, siguen, y pesan más las luces que las sombras. Diríamos que hay dos claves ante las dificultades: su liderazgo de servicio que les ennoblece y su vocación de servicio en las que su corazón es más grande que las adversidades.