¿ENTEREZA MORAL?
La figura de Novak Djokovic se ha convertido en protagonista de una grieta mundial en torno a la vacunación. A causa de su actitud puede perder el liderato mundial en el tenis con todos los ingresos que esto representa, y se dice que, además, puede perder otros treinta millones si se le cae el patrocinio de algunas marcas.
Esta situación puede representar que muchas personas lo tomen como ejemplo de entereza moral y de dignidad por mantenerse firme a pesar de lo que todo ello significa para su carrera y sus finanzas. Por otro lado, existe una actitud de reproche, también moral, porque se trata de una cuestión de salud pública en un contexto de pandemia en el que están muriendo millones de personas y la vacuna ha ayudado a salvar muchas vidas.
El experto en sectas, Luis Santamaría, informa que Djokovic está muy influenciado por un supuesto gurú, ex tenista, Pepe Imaz, cuya asesoría mental se basa en el «pensamiento libre, la autoayuda, y centrado en dirigir su vida hacia el pensamiento positivo y el amor», pero que hay «gobiernos y otras entidades secretas intentando controlar a la sociedad a través de los medicamentos y el miedo». Y que, según publicaciones de Imaz existen «unos seres malvados, que son los illuminati, anunnakis y reptilianos, que buscan alejarnos de esta verdad y enterrarnos en las tinieblas y en el miedo, para hacernos vibrar más bajo, porque somos energía». Y si, además, tenemos un poder personal para combatir las enfermedades, no necesitamos las vacunas.
Lo que para muchas personas puede ser un motivo de admiración a causa de unas convicciones personales muy arraigadas, puede ser, en realidad, el fruto de un control mental de los hilos de la vida de esta persona desde un proscenio que los mueve y que, en estas circunstancias, tiene repercusiones letales sobre otras vidas humanas.