EL AROMA DEL TIEMPO
El pensador coreano, Byung-Chul Han, en su libro El aroma del tiempo, considera que tenemos la costumbre de vivir el tiempo de forma acelerada, sin diferencia entre el ayer, el hoy y el mañana, sin rumbo, y no existe diferencia esencial entre la vivencia y la experiencia. La experiencia se nutre del pasado, y la vivencia es puntual. Si hoy vivimos el confinamiento como una sucesión de vivencias en torno a un reloj, difícilmente lo convertiremos en experiencia que nos puede llevar a una vida más plena, a reconocer este tiempo propicio para que los valores humanos que han aflorado en este tiempo se refuercen, donde esta memoria, más allá de simples recuerdos y anécdotas, nos lleve a la esperanza, y este acontecimiento histórico nos transforme. Sabemos que aumentan agresiones y malos tratos, inseguridad y destrucción de empleo en este contexto, pero también hay muchas personas decididas para que, tras esta experiencia real, colectiva, la afirmación de que todo ya no puede ser como antes tenga una expresión significativa para un cambio en la organización social y la política global. A pesar de que puede que no todo sea trigo limpio, es imprescindible ese tipo de personas que se han conjurado para reconstruir la economía con otras pautas, reforzar los sistemas sanitarios y sociales, y velar para que la inmigración, el hambre, el armamentismo…, no sigan siendo la pandemia de la pandemia. Imagino que te apuntas.