LA MEMORIA

Acabo de visionar la película Maixabel en el contexto del proyecto Bake Topaketa de la diócesis de Bilbao. Sólo me quedo con los últimos minutos, que representan una coda final impresionante, al borde de la lágrima, pero no por un sentimentalismo vacío. Y me recuerda que nos hemos debatido en demasiadas ocasiones entre el recuerdo y el olvido. Algunas personas que recuerdan, junto a su monolito, todos los años a Jose María Jauregi, no han sucumbido al olvido, como muchas otras personas y sectores de Euskadi que desean que todo esto se olvide porque les perjudica políticamente, lo cual también nos interpela, pero falta algo más.  La presencia en ese acto de Ibon Etxezarreta en el aniversario de la muerte de la persona a la que ha asesinado, que ha acudido a la cita en compañía de Maixabel, deja una pincela de esperanza, y subraya la necesidad de la memoria, que se refleja en Ibón, quien ha evolucionado personalmente, que ha interiorizado un proceso largo, sin rehuir ninguna responsabilidad, y que termina levantando la mirada huidiza con la ayuda de una persona valiente y capaz de perdonar, que es Maixabel. La memoria es un ejercicio dinámico, constante y necesario, entre el recuerdo y el olvido.