POR LOS PIES
Este tiempo tan especial que vivimos nos está obligando a reinventar una forma de vivir la educación y el escultismo. La comunicación virtual resulta una oportunidad para seguir manteniendo un tipo de redes de comunicación y de relaciones que de otra manera sería difícil mantener. Sin embargo, con todos los valores que esto tiene, especialmente en aquellos sectores en los que se están haciendo esfuerzos imaginativos y envidiables, conviene volver a recordar de una manera especial que el escultismo entra por los pies. Caminar, esforzarse personalmente, colaborar en grupo, ayudarse, ir al ritmo de la persona más lenta, ascender, admirarse en medio de la naturaleza… entran por los pies. Y si esto no se hace, no hay escultismo. Está claro que con esta observación uno no pretende hacer un reduccionismo, porque sabemos que no estamos hablando de un grupo de montaña o una federación deportiva. Y en el concepto de inteligencias múltiples, con las afirmaciones realizadas, destaco la importancia del cultivo de la inteligencia naturalista en el escultismo, pero eso no significa dejar de valorar la interpersonal, intrapersonal, y la espiritual. Pero sí recordar que, aunque la huella digital es necesaria en un momento determinado, no debe dejar una marca mayor de lo que le corresponde. No puede sustituir a los campamentos fijos, ni a los campamentos volantes, porque el escultismo entra por los pies.