PORNOGRAFIA, INFANCIA Y ADOLESCENCIA
Lluís Ballester, después de un estudio en la Universidad de las Islas Baleares entre chicos y chicas de 16 – 29 años afirma que hoy “La pornografía es gratuita, de fácil acceso, con una alta calidad de imagen, ilimitada en cantidad y variedad, anónima, con muchísima interactividad y cada vez más violenta”. La consumen un 87% de chicos y aumenta el consumo de visualizaciones entre las chicas. Ellos se inician a los 14 años y ellas a los 16, aunque aumentan los casos en los que se inician a los 8. “Uno de cada cuatro chavales ya ha visto estos contenidos antes de los 13”. Se encuentra en las redes sociales incluso sin buscarlo, y las palabras ternura, comunicación, afectividad e intimidad se esconden en la papelera de reciclaje de la conciencia. ¿Tiene relación con la siembra, o cizaña, de actitudes machistas? ¿Predomina en este contexto la degradación de la mujer? Claro. El porno mueve en internet 4.000 millones de euros al año en todo el mundo, y se preocupa de facilitar la entrada a la nueva clientela. No es momento de meter la cabeza bajo el ala y obviar el tema en la educación en el tiempo libre.