¿SE PUEDE PINTAR DE VERDE EL HAMBRE?
Está a punto de acabar la conferencia sobre el Cambio Climático, auspiciada por la ONU, en Madrid. Dicen que esto tiene que cambiar. Desde los países ricos se ha contaminado excesivamente y ahora hay miedo a las consecuencias. Por eso se pide que el capitalismo cambie un poco de color y sea más verde. En la depredación brutal de recursos y contaminación, la mayor responsabilidad se encuentra en empresas multinacionales, no tanto en cada componente de la ciudadanía, aunque también; en nada nos justifica ese consumo desenfrenado que nos rodea. Ahora bien, quien se tiñe un poquito de verde y tiene financiación para ello, exige a países expoliados que se pinten también de verde, y pide que hagan lo que en su tiempo no hizo. ¿Se puede culpar, además, a la población de los problemas derivados de la extracción y explotación de recursos? ¿En qué cantidad se calcula la contaminación provocada por la fabricación de armas y su utilización en las guerras actuales? Cuando se arrasa o se invade un país para controlar sus recursos energéticos se daña al medio ambiente en unas proporciones desorbitadas, y se empobrece más a la población, eso no nos justifica para que no sigamos las campañas del reciclaje necesario: papel, verdura, plástico, cristal, móviles, coches, material de construcción y mil etcéteras… Incluso se compran derechos de contaminación a países y empresas. El caso es que millones de personas pobres de países en zonas llamadas de desarrollo, y las personas más pobres de aquí, son quienes sufren las consecuencias en mayor grado. Las grandes empresas españolas ahora se pintan de verde y hacen campañas para concienciar a la población sobre el cambio climático. ¿Cuánto van a ganar? Quien, en nuestro entorno, cobra mil euros al mes… ¿podrá comprar un coche ecológico o una vivienda sostenible? Y quien vive en otros países con menos renta per cápita… ¿podrá pintar de verde el hambre?