2020 comienza con un millón de toneladas de residuos
- Las fiestas navideñas dejan cada año una ingente cantidad de desechos de papel y cartón como consecuencia de los paquetes y envoltorios
- A los restos de los regalos hay que sumar envoltorios plásticos y los alimentos no consumidos que terminan en la basura
La Navidad ha terminado y el nuevo año ya ha llegado. Durante los pasados días, mucha gente ha podido disfrutar de la familia, los reencuentros, las cenas o comidas y los regalos del Olentzero y Maridomingi. Ayer, día 6, llegaron además los Reyes Magos. La sociedad se prepara ya para la vuelta a la rutina y los propósitos de año nuevo vuelven a intentarse, aunque hay quien ya ha desechado alguno. Lo que sin duda sí se ha desechado son kilos y kilos de papel de regalo, lazos decorativos, paquetes y cajas: un millón de toneladas, concretamente.
Según el Instituto Nacional de Estadística, cada persona genera anualmente 4 millones de residuos, de los cuales un 30 % se produce en Navidad. Solo el papel y el cartón ya conforman ese millón de toneladas por estas fechas.
Sin embargo, aunque los coloridos papeles decorativos y las cajas que guardan las sorpresas sean el material predominante, sigue habiendo infinidad de productos que llegan a nuestras manos en plástico. Además, la tradición de brindar con cava eleva el consumo de vidrio también en estas fechas. Los récords se baten en zonas superpobladas como Madrid: en concreto, si en Madrid se recogen diariamente 3.249 toneladas, estos días se superan las 5.500, con un aumento del 50 % en vidrio y un 35 % en papel.
Además, el 55 % de nuestra «bolsa de basura» será materia orgánica, es decir, comida. Esto es consecuencia de las ostentosas mesas que reinan en estas fiestas, donde los manteles cuajados de platos son «obligación» en las reuniones familiares. Aunque ya de media en Euskadi se desperdicien 160 kilos de comida por persona y año, la gran cantidad de compra navideña se traduce en un gran incremento de la cantidad de basura: el 25 % de la comida que se compra en Navidad termina en el cubo.
Freno al despilfarro
Estos últimos años las campañas en contra del consumismo y en pro de la conciencia medioambiental han ido apareciendo con la llegada de estas fechas, como ‘TipiTapa Bagoaz: Hacia Vidas SOStenibles’, que salió a la calle en Bilbao el pasado mes.
Aunque desde organizaciones ecologistas se llame a reducir el consumo la ‘R’ principal, reciclar y reutilizar son dos buenas opciones para poner freno a los excesos navideños. Por ejemplo, asegurarse de que cada residuo termina en su contenedor correspondiente, usar el mismo papel de regalo varias veces o utilizar las sobras para cocinar los próximos días.