Mohamed Benhalima, ex-militar argelino y activista de Amnistía Internacional Euskadi, en riesgo de ser reportado
- En 2019 huyó de su país tras denunciar la corrupción de altos cargos militares argelinos, fijó su residencia en Portugalete y se integró en A.I., al tiempo que solicitaba asilo tanto en España como en Francia
- Actualmente se encuentra en el Centro de Internamiento para Extranjeros (CIE) de Valencia, como paso previo a su expulsión
El martes 22 de marzo, el Ministerio del Interior denegó la solicitud de protección internacional presentada por el solicitante de asilo argelino, Benhalima Mohamed Azzouz, denunciante y activista contra la corrupción en su país, quien corre el riesgo de ser deportado a Argelia, donde le espera un trato degradante.
Mohamed Benhalima es un militar argelino que se convirtió en denunciante, haciendo pública la corrupción entre los altos cargos militares de Argelia en 2019. Huyó a España en septiembre de ese mismo año tras ser informado de que su nombre estaba en una lista de militares buscados después de participar en el movimiento de protesta pacífico Hirak. Fijó su residencia en Portugalete y se integró como activista en el Grupo de Bilbao de Amnistía Internacional. Desde entonces ha pedido asilo tanto en España como en Francia.
Amna Guellali, directora regional adjunta de Amnistía Internacional para Oriente Medio y el Norte de África, ha declarado: «Las autoridades españolas son muy conscientes del sombrío destino que le espera a Mohamed Benhalima si lo deportan. En los últimos dos años, las autoridades argelinas han intensificado su descarada persecución de activistas en su intento de aplastar toda forma de disidencia. «La comunidad internacional tiene la responsabilidad moral de defender a quienes denuncian las violaciones de derechos humanos y alzan su voz contra la corrupción. España debe anular inmediatamente sus planes de deportación y respetar el principio de no devolución.
«Según el derecho internacional, nadie debe ser devuelto a un país en el que corra peligro de sufrir tortura u otros tratos crueles, inhumanos o degradantes. Deportar a Mohamed Benhalima representaría una grave violación de las obligaciones de España en virtud del derecho internacional de los derechos humanos.» ACNUR, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, solicitó al Ministerio del Interior “admitir a trámite la solicitud para profundizar en la persecución por motivos políticos y grupo social determinado alegado por el solicitante”.
Los pasos de Amnistía Internacional
Amnistía Internacional España se ha puesto en contacto con el Ministerio de Interior para mostrar su preocupación por el caso de Mohamed, que se encuentra en estos momentos en el centro de internamiento para extranjeros (CIE) de Valencia, como paso previo a su expulsión, exigiendo que se detenga esta orden.
En la actualidad hay al menos 290 presos encarcelados por motivos políticos en Argelia, que están recluidos en prisión preventiva abusiva o condenados por su activismo pacífico. Las autoridades argelinas también han recurrido cada vez más al uso de los cargos de terrorismo contra los disidentes, especialmente después de cambiar la definición de terrorismo para incluir «la tentativa de obtener el poder o de cambiar el sistema de gobierno por medios inconstitucionales», lo que podría conducir efectivamente a la criminalización de la defensa pacífica del cambio político y democrático.