Una Pascua diferente: online y a través de una ‘scape room’

  • El responsable de juventud de la Unidad Pastoral Artxandape (Bilbao) y antiguo monitor de Esperantza Eskaut Taldea (Vitoria), Borja García, ha creado una sala de escape virtual para celebrar la Pascua 

Las scape rooms se han popularizado en los últimos años como forma ocio en grupo. De diferentes temáticas, estas salas de escape consisten en que un grupo de amigos y amigas consigan resolver acertijos con su ingenio y salir de la sala en el menor tiempo posible. Los establecimientos han proliferado en las ciudades y se han ido popularizando. Lo que es innovador es celebrar la Pascua en una de ellas. Y, más aún, que esta sea online.

Borja García, responsable de juventud de la Unidad Pastoral Artxandape (Bilbao) y antiguo monitor de Esperantza Eskaut Taldea (Vitoria), ha creado esta iniciativa. La situación provocada por el COVID-19 ha obligado a suspender todos los eventos y festividades, lo que ha incluido la Semana Santa. Por ello, para poder celebrar la Pascua y, además, animar a utilizar un poco el ingenio, García ha creado «Una Pascua diferente», una sala de escape virtual para celebrarla.

Completarla supone unos 50 o 60 minutos y se recomienda jugar en solitario o en grupos de hasta cuatro personas. La dificultad es media y hay que agudizar la vista y el ingenio. «¿Te gustan los acertijos? ¿Crees que conoces todo sobre Jesús? Anímate y participa en este juego de escape virtual que te hará recordar lo vivido en estos días Santos y que te entretendrá durante un rato resolviendo acertijos en tu propia casa, en solitario o en compañía», reza la bienvenida la web.

Cómo jugar

Para jugar solamente se necesita conexión a Internet. Es recomendable hacerlo en un ordenador, aunque también se puede utilizar otro dispositivo. También puede ayudar tener a mano papel y lápiz para poder tomar apuntes a lo largo del juego. La web anima, incluso, a tener cerca el Evangelio.

¿Qué papel tendrán los y las usuarias? La página principal nos pone en contexto: «Hace a penas unas semanas nos llegó a la oficina un paquete un tanto extraño. Venía sin remitente. Lo abrimos, no sin miedo, y dentro pudimos ver un manuscrito. Estaba en una lengua que no pudimos entender pero en la parte superior ponía la ciudad donde fue escrito, Jerusalén, y una fecha algo borrosa, por lo que estamos seguros de que fue escrito durante el Siglo I. Por la forma en la que está escrito parece que se trata de una especie de diario. Y en la portada pone un nombre de mujer: María (Magdalena)». A partir de aquí, serán los y las usuarias quienes ayuden a descifrar lo que hay escrito.

 

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