Un curso de cambios

Este curso ha sido de cambios, dos de nuestras delegaciones han hecho reformas y han dado paso a nuevas personas en sus equipos. Janire, delegada de Euskalerriko Eskautak Araba y Naiara, delegada de Euskalerriko Eskautak Bizkaia, han dejado su cargo y dado relevo.  Estas son sus impresiones sobre lo que han sido estos años al frente de Araba y Bizkaia respectivamente.

10612969_10205010183354479_4117222779766897943_nJanire Sáenz de Buruaga

¿Cómo valoras tu experiencia como presidenta de Euskalerriko Eskautak Araba?

Lo primero es que se trata de una experiencia que es y va a ser inolvidable en mi vida. Y cuanto más va pasando el tiempo desde que ha terminado más consciente soy de la gran oportunidad que ha sido. Pese al miedo con el que arranqué la aventura, porque no quería la presidencia, supongo que como nadie. Empecé con mucho miedo y con el tiempo me fui dando cuenta de que era la oportunidad perfecta para ampliar la mirada. Creo que es una experiencia de amplitud de miras, de salir de tu grupo, de entender que la diversidad no solo existe, si no que es super rica. Realmente ha sido un reto que te trae momentos difíciles y duros, algunos en los que tirarías la toalla y dirías “¿Quién me ha mandado a mí meterme en este fregao?”. Pero luego, echando la vista atrás creo que es algo super positivo y que me ha regalado la oportunidad de ver mi delegación con otros ojos.  Porque lo tengo muy claro y se lo he dicho a la gente a la que he querido animar para que asuma, que pasando por la delegación, y muy particularmente con los ojos de la presidencia, se ven cosas que desde tu grupo o incluso desde otros cargos no tienes la posibilidad de ver. Yo ahora lo vivo desde la gratitud y algo bonito, dentro de que las he pasado canutas también.

¿Qué dirías que has aprendido?

He aprendido a esperar, a tener más paciencia, porque los ritmos de la delegación no son los de tu grupo. Llegas a la delegación con la experiencia de tu grupo, que lo conoces de toda la vida, y esto es un mundo nuevo: las instituciones, proyectos a otra escala, el trabajo en red… He vivido como algo muy enriquecedor el trabajo con Bizkaia y Nafarroa, desde mi grupo para nada era consciente de lo que es Euskalerriko Eskautak. He aprendido millones de cosas, a trabajar con una persona técnica, con un trabajador a nuestro cargo que también te trae muchos aprendizajes y reflexiones. Y luego a escuchar y a mirar a los grupos con paciencia, con comprensión. He aprendido mucho de los demás grupos; de las maneras distintas de hacer que cuando estas con tu grupo las vives con intransigencia y cuando estás en la delegación dices “mira que bonito, que diferentes formas de ver y de hacer”.

Y luego aprendes a trabajar con un equipo más plural, en tu kraal de grupo estás en un equipo que conoces, que es muy tuyo, muy natural. Y sin embargo el equipo de delegación es algo que hay que construir, que a mi al principio me supuso muchos quebraderos de cabeza. Pero luego fue super enriquecedor, el hacer desde las distintas culturas de grupo que traemos al equipo pues es también muy bonito.

¿Con qué te quedas de todo de estos años?

Creo que una de las experiencia más bonita que he vivido es el campo de trabajo de trebeak de Langarika porque ha sido una experiencia de delegación con los chavales.  Cuando estás en la delegación, al menos en Álava, la mayoría no seguimos en los grupos lo que hace que te alejes un poquito. Este proyecto de delegación del campo de trabajo de trebeak fue algo muy bonito de construir y sobre todo de disfrutar. Luego me quedo también con haber conocido a monitores y monitoras de otros grupos desde una mayor cercanía, las cosas que me han descubierto de su manera de hacer me han abierto los los ojos.

Y luego experiencias como Euskalerriko Eskautak que también han sido super bonitas: el Gorka Deuna, la Luz de la Paz de Belén, el trabajo del Consejo de Euskalerriko Eskautak que también ha sido sesudo y nos ha traído algunas dificultades y nudos, pero que a su vez creo que me ha hecho crecer un montón y sobre todo en lo que a escultismo se refiere.

¿Con una palabra o una frase?

Diría reto y crecimiento, y añadiría equipo.

 

1959983_10152086500062950_532230969_n

Naiara San Martín

¿Cómo valoras tu experiencia como presidenta de Euskalerriko Eskautak Bizkaia?

De forma positiva. Han sido cinco años de aprendizaje, de madurar, de poder vivir y compartir.  Los valoro desde el agradecimiento, para mí ha sido una experiencia como un regalo. También ha sido la oportunidad de trabajar en lo que es mi estilo de vida, en el escultismo. No valoro que haya sido un camino de rosas, tampoco esperaba que fuese así, ha habido momentos más complicados y momentos más fáciles, momentos de quebraderos de cabeza, de retos que afrontar… Pero creo que hasta eso ha sido también positivo, porque de cada piedra en el camino he aprendido y he compartido. Sobre todo digo “he compartido” porque una cosa importante para mí en estos cinco años ha sido mi equipo, las personas con las que he trabajado y con las que me ha tocado hacer camino. Es una experiencia muy positiva.

¿Qué dirías que has aprendido?

Un montón de cosas, no podría enumerarlas. ¡He ampliado mi curriculum vitae cuatrocientas cincuenta mil hojas! He aprendido a tener paciencia, a empatizar y ponerme en el lugar de los grupos o en el de ese monitor que es coordinador y que viene nuevo… Ha sido importante el ser capaz de ponerme a esa altura, pero también con las estrategias a largo plazo y con las cosas que hay que hacer más a nivel de delegación.

Otro aprendizaje muy bonito ha sido el valor de Euskalerriko Eskautak Bizkaia. Al final cuando llegas aquí eres una monitora, que ha hecho su recorrido más o menos, pero no sabes lo que hay alrededor de Euskalerriko Eskautak Bizkaia, ni su historia, ni lo importante que es lo que hacemos para otras personas. He aprendido que hay una red que nos sostiene, que nos da sustento para lo bueno y para lo malo, sobre todo en los momentos malos, en los de dificultad y en los que necesitas más recursos. Esta red está ahí incondicionalmente, solo porque eres Euskalerriko Eskautak Bizkaia y cree en nuestro proyecto. Para mí eso ha sido super importante, las personas que están alrededor, como te recogen y como te acogen en todo esto, yo creo que es una de las cosas más chulas que me llevo. También descubrir que seguimos siendo solo un granito de arena dentro del tiempo libre de Bizkaia, que hay mucha más realidad. Pero dentro de esta realidad nosotros somos un referente y por eso también hay que saber estar a la altura, sin fustigarte, sabiendo que hay momentos en los que tropezarás y que te tienes que levantar, que el movimiento tiene que seguir creciendo, tiene que equivocarse y tiene que seguir andando.

También doy mucha importancia al equipo humano, es algo que he valorado mucho, tanto el voluntario como el liberado para trabajar. Es muy importante saber adaptarse al compromiso de cada persona, a los tiempos de cada cual, a las diferentes capacidades y conjugar todo ello. Una de las cosas que siempre les he dicho es que al final yo no sé si he sido buena o mala delegada, lo que tengo claro es que las cosas que he hecho bien no las he hecho porque sea estupenda y maravillosa, sino porque la gente que tenía al lado ha funcionado bien conmigo.

¿Con qué te quedas de estos años?

Vuelvo a las personas. Creo que el ambiente de trabajo que hay en Euskalerriko Eskautak Bizkaia no lo voy a encontrar en otro espacio laboral nunca, el buen rollo que hay, el hacer  piña y el que aunque una tarea sea tuya puedes compartirla y sacarla adelante entre todo el equipo. De todo el trabajo me quedo con el acompañamiento a los grupos, que para mí ha sido de las cosas más bonitas, también era de lo que más me motiva cuando empecé. Ha merecido la pena, a pesar de los horarios en los que tienes que juntarte con los grupos, hay momentos en los que estás a las 9 o las 10 de la noche en un barrio X o en un pueblo X y luego tienes todavía que volver a tu casa. Pero sin duda merece la pena estar, porque los grupos te abren la puerta de lo que es su casa, te dejan entrar hasta la cocina y confían en ti para que les acompañes y les des un poco de luz.  El sentir que en algunos momentos realmente estás dando esa luz y les está sirviendo es super bonito.  Para mí es de lo mejor  el encontrarme cara a cara con las personas y comprobar que de los 27 grupos cada uno es un mundo pero tenemos muchas cosas en común, y al final las personas no nos diferenciamos tanto, el color de nuestra pañoleta es diferente pero lo que nos mueve es lo mismo.

¿Con una palabra o una frase?

Es tan difícil resumir todo en una palabra o frase. Una sería alegría, pero también la grandeza del escultismo y lo que llena el Beti Prest.

 

Artículo publicado en la Goitibera 304. ¡Suscríbete!

Partekatu!