¿Cómo se construye la ética en la familia?
En más de una ocasión, seguro que os habéis formulado este tipo de preguntas: ¿Dónde va a dormir el bebé cuando nazca? ¿Quién va a reducirse la jornada laboral para su cuidado? ¿En qué centro escolar va a estudiar? ¿Qué modelo de tiempo libre queremos para él o ella? ¿Vamos a cuidar de nuestros padres, madres en casa o en residencia?
Cada vez que damos respuesta a estas preguntas, de manera más o menos consciente, estamos construyendo un sistema de valores que va a ser la base de nuestra familia. Son como los cimientos en la construcción de una casa. Necesitamos compartirlos, dialogar sobre ellos, contrastarlos, hacerlos propios, etc., porque van a estar presentes durante mucho tiempo, para que cuando llegue un terremoto o un viento huracanado, sean lo suficientemente firmes para sostener la casa y, a la vez, capaces de integrar nuevos valores que permitan seguir creciendo a quienes habitan el hogar.
Un sistema de valores sirve para dar seguridad y protección en el crecimiento de nuestros hijos e hijas, ofreciéndoles unas reglas de juego para que cuando salgan a jugar con otros y otras puedan integrar otras nuevas, desechar algunas propias e ir reconstruyendo su propio sistema de valores.
Siempre es interesante, y más en estos momentos, poder hacernos preguntas que nos permitan mantener nuestro sistema de valores actualizado y contemplando la diversidad de cada una de las personas que formamos nuestra familia, teniendo también en cuenta que formamos parte de una comunidad con sus propios valores.
¿Qué pregunta quieres hacerte? ¿Con quién querrías hablarlo? ¿Qué implica para tu familia? ¿Y para la comunidad?