Maneras para educar en la sostenibilidad

La virulencia con la que la pandemia del COVID ha afectado nuestras vidas el último año nos hace conscientes de que somos parte de una ciudadanía global. Todos estamos implicados en el cuidado de esta casa común, como dice el Papa Francisco, en la que nadie debería ser dejado de lado. El futuro de la naturaleza y de las personas (que forman parte de ella, no hay que olvidarlo) pasa por un cambio en la forma en la que interactuamos con la realidad. Los diferentes agentes educadores deben plantearse cómo educar a los jóvenes en hábitos de vida más sostenibles, en base a 3 aspectos. 

  • Conocer: Formar(nos) en la importancia de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), sentir el mundo y sus desigualdades. Para ello,  hay que destacar la labor divulgativa y de análisis que realizó el número 319 de esta misma revista Goitibera Aldizkaria.
  • Reflexionar: Todavía es extraño que a muchos adolescentes se les hagan desconocidos los ODS establecidos por las Naciones Unidas. Existen muchos aspectos de nuestras vidas que nos invitan a repensar nuestra manera de ser y consumir. ¿Saben el impacto que nuestra alimentación tiene sobre los ecosistemas? Por ejemplo, traer aguacates desde Chile, encaja con un estilo de vida más sano, pero desde luego no parece lo más sostenible. Otro aspecto, hemos aumentado de 394 kg a 411 kg la basura que cada persona genera al año, más de 1 kg al día. Se puede ir más allá del reciclaje y trabajar sobre cómo disminuir los residuos de nuestro día a día. 
  • Actuar: Hay que hacer a las nuevas generaciones conscientes del poder que tienen para convertirse en agentes de cambio. Darles la capacidad de ser críticos, de conocer y elegir libremente, alejados de estereotipos o frases bonitas. En un mundo que aboga por un pensamiento simple y sin cuestionamientos, hay que atreverse a darles herramientas para que piensen, erren, recapaciten y aprendan de su experiencia. Sólo así podrán construir un mundo justo más allá del que la sociedad les muestra. 
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