170407-N-JI086-301 MEDITERRANEAN SEA (April 7, 2017) The guided-missile destroyer USS Porter (DDG 78) conducts strike operations while in the Mediterranean Sea, April 7, 2017. Porter, forward-deployed to Rota, Spain, is conducting naval operations in the U.S. 6th Fleet area of operations in support of U.S. national security interests in Europe. (U.S. Navy photo by Mass Communication Specialist 3rd Class Ford Williams/Released)

Desde Siria

DESIDIA: hace referencia a la negligencia o la inercia, está asociada a la falta de cuidado o aplicación y a la apatía. Y es exactamente la palabra que mejor recoge la situación en Siria. Gobernantes de todos los países del Hogar que llamamos Mundo miran hacia otro lado, y siempre después de haber mirado su propio ombligo. La apatía ante las desgracias que muestra nuestro mundo globalizado sustentado por las sociedades del consumo y búsqueda infinita del bienestar personal no es nada nuevo. Pero por ello no deja de ser denunciable, más bien, se hace vital la denuncia.

La crisis de los refugiados en boca de todos y todas los últimos años es la última vergüenza que se une a la interminable lista. Es bien sabido que la gente que huye de sus hogares y pueblos no lo hacen por gusto. Miles de familias incluyendo las personas mas jóvenes y las más ancianas se desplazan kilómetros, atraviesan mares y luchan por cruzar cada barrera que la Europa «solidaria» pone a su paso mientras combaten frío, cansancio, angustia, miedo y hambre. Es evidente que estas personas buscan refugio, refugio ante una situación de desesperación absoluta, ante una pérdida de todo aquello que poseían. Y como humanos, como hermanos y hermanas lo único que podemos hacer es ofrecerles el refugio que necesitan. No existe mayor discusión. Las NNUU y la declaración universal de los derechos humanos ratificada por la mayor países así lo recogen. Como Euskalerriko Eskautak (EE) y como marca nuestro ideario c.8. hacemos una apuesta clara y necesaria por el derecho a la vida y los derechos humanos, denunciando y oponiéndonos a cualquier acto que suponga una violación de éstos.

Ante esta situación una vez más la sociedad civil ha mostrado mayor esfuerzo y conciencia que gobiernos y representantes políticos. Nosotras como personas scout y dentro de c.6. EE, como movimiento educativo, apuesta igualmente por una sociedad en clave cooperativa, donde tengan especial relevancia la solidaridad, la pluralidad, el diálogo, el respeto por lo diferente y las diversas culturas que en ella puedan darse. Una sociedad en la que, además, se garanticen las necesidades básicas de todas las personas, con especial atención a las que viven dinámicas o situaciones de exclusión social.

Es por ello que debemos ser la punta de lanza para solucionar esta situación, tenemos que salir a barrios y pueblos a defender a las personas refugiadas ante situaciones de desamparo, denunciar los ataques xenófobos, ya sea aquí o en otros países, abrir nuestros grupos y parroquias a esta gente y promover la cultura de paz y convivencia evitando el sufrimiento y la exclusión de aquellas personas que vienen de sufrir una guerra y un éxodo.

En esta década nos toca ser sociedad de acogida, en el pasamos fuimos quienes tuvieron que exiliarse, quienes fuimos refugiados en países vecinos. No sabemos qué nos tocará en un futuro, pero hoy podemos y debemos solidarizarnos con los pueblos que sufren y tocan a nuestras puertas, porque como recoge Lucas 11:9,10, el que pide, recibe; y el que busca encuentra; y al que llama a la puerta, se le abre.

 

Por  Aitor Mingo (Eskubeltz Eskaut Taldea)

 

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DESIDIA A SIRIA

DESIDIA: hace referencia a la negligencia o la inercia, está asociada a la falta de cuidado o aplicación y a la apatía. Y es exactamente la palabra que mejor recoge la situación en Siria. Gobernantes de todos los países del Hogar que llamamos Mundo miran hacia otro lado, y siempre después de haber mirado su propio ombligo. La apatía ante las desgracias que muestra nuestro mundo globalizado sustentado por las sociedades del consumo y búsqueda infinita del bienestar personal no es nada nuevo. Pero por ello no deja de ser denunciable, más bien, se hace vital la denuncia.

La crisis de los refugiados en boca de todos y todas los últimos años es la última vergüenza que se une a la interminable lista. Es bien sabido que la gente que huye de sus hogares y pueblos no lo hacen por gusto. Miles de familias incluyendo las personas mas jóvenes y las más ancianas se desplazan kilómetros, atraviesan mares y luchan por cruzar cada barrera que la Europa «solidaria» pone a su paso mientras combaten frío, cansancio, angustia, miedo y hambre. Es evidente que estas personas buscan refugio, refugio ante una situación de desesperación absoluta, ante una pérdida de todo aquello que poseían. Y como humanos, como hermanos y hermanas lo único que podemos hacer es ofrecerles el refugio que necesitan. No existe mayor discusión. Las NNUU y la declaración universal de los derechos humanos ratificada por la mayor países así lo recogen. Como Euskalerriko Eskautak (EE) y como marca nuestro ideario c.8. hacemos una apuesta clara y necesaria por el derecho a la vida y los derechos humanos, denunciando y oponiéndonos a cualquier acto que suponga una violación de éstos.

Ante esta situación una vez más la sociedad civil ha mostrado mayor esfuerzo y conciencia que gobiernos y representantes políticos. Nosotras como personas scout y dentro de c.6. EE, como movimiento educativo, apuesta igualmente por una sociedad en clave cooperativa, donde tengan especial relevancia la solidaridad, la pluralidad, el diálogo, el respeto por lo diferente y las diversas culturas que en ella puedan darse. Una sociedad en la que, además, se garanticen las necesidades básicas de todas las personas, con especial atención a las que viven dinámicas o situaciones de exclusión social.

Es por ello que debemos ser la punta de lanza para solucionar esta situación, tenemos que salir a barrios y pueblos a defender a las personas refugiadas ante situaciones de desamparo, denunciar los ataques xenófobos, ya sea aquí o en otros países, abrir nuestros grupos y parroquias a esta gente y promover la cultura de paz y convivencia evitando el sufrimiento y la exclusión de aquellas personas que vienen de sufrir una guerra y un éxodo.

En esta década nos toca ser sociedad de acogida, en el pasamos fuimos quienes tuvieron que exiliarse, quienes fuimos refugiados en países vecinos. No sabemos qué nos tocará en un futuro, pero hoy podemos y debemos solidarizarnos con los pueblos que sufren y tocan a nuestras puertas, porque como recoge Lucas 11:9,10, el que pide, recibe; y el que busca encuentra; y al que llama a la puerta, se le abre.

 

Por  Aitor Mingo (Eskubeltz Eskaut Taldea)

 

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